Teatro


¡¡YA ESTÁN PUBLICADOS LOS GUIONES DE LA OBRA DE TEATRO DEL 3º TRIMESTRE!!
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Teatro
Narrador: entramos en el siglo XX y la ciudad de Las Palmas no paraba de crecer y transformarse en una ciudad moderna. Al calor de la actividad del Puerto de La Luz comenzaron a surgir nuevos barrios con gentes venidas del interior de la isla, del campo, y de otras islas, especialmente de Lanzarote y Fuerteventura. Estos obreros y peones del Puerto fueron construyendo sus humildes viviendas en La Isleta, Guanarteme y Ciudad Alta. Tras la Guerra Civil Española se produce la anexión del antiguo municipio de San Lorenzo y Las Palmas de Gran Canaria sumará más de 100 mil habitantes. Pero llega la posguerra y la crisis económica afecta a todo el país. Canarias y nuestra ciudad no escapan a ella, y los canarios tienen que apretarse el cinturón para sobrevivir…

Abuelo (mirando a su nieta y el cochecito comienza a recordar su niñez… ) : ¿sabes Laurita, cuando yo era niño la vida era muy distinta a la de ahora. Ah, y cuánto ha cambiado la ciudad! Yo con tu edad me pasaba el día jugando descalzo en los arenales y las fincas donde hoy está el Estadio Insular.
Laurita: ¿descalzo? ¿es que no tenías zapatos?
Abuelo: en casa no teníamos casi de nada, pero a los chiquillos nos sobraba la ilusión y las ganas de jugar…


Escena: estamos en la posguerra, el verano de 1940. Unos niños juegan en los arenales y terrenos que cubrían el entorno del actual Estadio Insular. Juegan, descalzos, a las batallas con tiraderas y pistolas de madera hechas a mano.

La escena se desarrolla con la voz en off situándonos en el periodo y contándonos los juegos de los chicos de la época (de fondo se oyen a los niños jugar)

Miguel: pium pium! te he dado!
Cristóbal: toma, piumm, yo también te he dado!
Miguel: pam, pam, pam te di ¡ eh, no valeee!
Cristóbal: jajajaja, no me has dado, pium pium,pium!

Voz en off:

Narrador: la emigración de canarios a América había sido constante en los siglos anteriores, pero es en los años de la posguerra cuando más dramática se vuelve, porque los canarios se convierten en clandestinos que deben esconderse de la policía para poder embarcarse en pequeños barcos y salir de la isla. Huyen del hambre y se enfrentan a un futuro incierto en el que lo que está en juego es su vida y la de los suyos.


Laurita: pero abuelo,¿ por qué eran tan pobres?
Abuelo: no es que fuésemos pobres, lo que pasó fue que hubo una Guerra en España, la Guerra Civil, y cuando terminó el país quedó en ruinas y hubo que apretarse mucho el cinto. La posguerra fue muy dura, se pasó mucha miseria…
Laurita: ¿y se pasaba hambre?
Abuelo: tanta que muchos canarios tuvieron que marcharse a otros países para buscarse la vida y poder comer. Sobre todo se fueron a América, a Cuba, Venezuela, Uruguay…


Escena: estamos en el año 1949. Unos jóvenes recién casados, Eugenio y Esther, esperan en el Puerto como clandestinos, al abrigo de la oscuridad de la madrugada, para embarcar en un pequeño barco de vapor que les lleve a Cuba. Llevan consigo a su pequeño bebé de tres meses y representan a los numerosos emigrantes que, huyendo de la miseria que se padecía en Canarias, especialmente en el mundo rural, iban a América a buscar mejor vida. Les despide doña Dolores, la madre de élla.

doña Dolores: y recuerda Esther, mi niña, en el viaje mantente siempre cerca de Eugenio, ya sabes lo que le pasó a aquélla chica que se embarcó sola y no la volvieron a ver .Y cuando llegues a Cuba dirígete a Santa Clara, allí es donde vive tu tío Cristóbal y su hijo Raúl.
Esther: sí mamá, no te preocupes, tengo la dirección aquí y no me voy a separar de Eugenio hasta que lleguemos.
Eugenio: no se preocupe señora Dolores, llegaremos bien a Cuba, me han dicho que el capitán del barco es muy buena persona y los demás que irán son todos gente humilde y honrada como nosotros.
doña Dolores: si ya lo sé mi hijo, pero es que no me hago a la idea de que se vayan, y encima con Carlitos tan pequeño aún! Anda, déjame que lo coja por última vez (y abraza al niño amorosamente).
Esther: mamá, te prometo que en cuanto lleguemos a casa del tío Cristóbal te escribo para decirte como estamos. Y en cuanto podamos, mandaremos algo de dinero para ti y papá.
doña Dolores: ay hija, yo solo quiero que ustedes consigan un buen trabajito y puedan vivir para comer y criar a Carlitos. Tú no te preocupes por nosotros que aquí tiraremos como podamos, la tierra aún da, aunque este invierno ha llovido tan poco!
Eugenio: me han dicho unos amigos de la ciudad que tienen parientes en Cuba que allí es mucho más fácil encontrar trabajo, los canarios son vistos como buenos trabajadores y en las fincas seguro que encontraré algo. A los españoles allí los llaman gallegos …
doña Dolores: sí, pero a mi hermano Cristóbal lo llaman “ el Canario”, y es uno de los carpinteros más respetados de Santa Clara. Habla con él que seguro que algo te encuentra…
Ya son casi las 6 de la mañana y una llamada en voz baja les avisa de que tienen que subir al barco…
Eugenio: señora, tenemos que embarcar ya, no se preocupe, cuidaré de su hija, usted verá que todo saldrá bien…
doña Dolores ( entre lloros): dame un abrazo Esther mi niña, cuídense, escríbeme, no te olvides que aquí tienes a tus padres que te quieren…
Esther (llorando): no llores mamá, dále un beso a papá y dile que estaré bien, cuídense!
doña Dolores (despidiéndolos entre lágrimas): ay, que duro es tener que marcharse de la tierra de uno para buscar una vida mejor! suerte mis hijos, suerteeeeee!

Narrador: los canarios que se quedaron en las islas debieron enfrentarse a la escasez de alimentos, combustible o medicinas entre otras cosas. La gasolina o los medicamentos se convirtieron en artículos de lujo, y el Puerto se convirtió en una tabla de salvamento para miles de canarios. A través de los barcos extranjeros unos cuantos canarios, los cambulloneros, hacían entrar en la ciudad muchos productos que faltaban en Gran Canaria. Comerciaban, vendían o intercambiaban y se llenaban los bolsillos en el mercado negro. Pero también salvaron vidas…

Abuelo: uf si se pasaba hambre, si yo te contara! Los que iban escapando mejor eran los que vendían y compraban en el Puerto a los barcos de afuera, se llamaban cambulloneros…
Laurita: ¿carbullo qué?
Abuelo: cambulloneros, otra de estas palabras que cogimos de los ingleses… pero mira y escucha, mira…




Escena: años 40. Son las 6 de la mañana y Pepe “el Gambusa” uno de los cambulloneros del Refugio llega al Muelle Grande para intercambiar mercancías con un marinero de un barco inglés atracado en La Isleta. El cambullonero aprovecha la oscuridad de la madrugada para no ser visto. Despunta la mañana…

Pepe: uh, no se ve nada con esta oscuridad, donde se habrá metido este choni! Ah, ya lo veo. Eh míster, pensaba que ya no venías!
Marinero, de nombre Paul (con acento inglés chapurrea el castellano): yes, amigo, llevar un rat…rato aquí. Traes qué?
Pepe: se dice “¿qué traes?”. Mira, traigo unas botellas de ron, un mantel calado hecho por mi suegra y una caja de frutas (señalando). ¿Y tú? ¿Trajiste lo que hablamos?
Marinero: yes, yo traer algo cosas hablarr ayer. Mira, dos onzas chocolate, galletas Murphy´s, whisky dos bottles y una sier… sier…
Pepe: sí, una sierra, y baja la voz, no hables tan alto! que si nos descubre el capitán a mí me llevan al cuartelillo y a ti te cuelgan del palo! ¿Y las medicinas? ¿las trajiste? es lo que más me importa…
Marinero: yes, traigo unas gas… gasas, pastillas para fiebres, bottles alcohol y esto ( señala una pequeña botella) ¿esto importa mucho tú?
Pepe: ¿ la penicilina? claro que es muy importante! desde que terminó la Guerra Civil por aquí no se ven medicinas ni por asomo! y la que más cuesta conseguir es la penicilina. Esta no es para venderla, se la prometí a alguien.
Marinero ( el inglés le escucha mientras se acerca a la caja de frutas): pinta buena estas oranges… ¿prometiste penicilina? ¿a quién? si vendes tú puedes sacar two pounds al menos por bottle…
Pepe: sí, ya sé que es muy valiosa, y aquí no usamos pauns sino pesetas! pero se la prometí a doña Ricardita, su nieto está muy enfermo y la necesita… espero que aún estemos a tiempo…


Escena: invierno de 1942. Día lluvioso en Las Palmas, las gentes se asoman al Puente de Piedra que une Vegueta y Triana para ver correr el agua por el Guiniguada. Tres vecinas, doña Claudia, Nieves y María hablan de sus cosas mientras el torrente desemboca en el mar.

Nieves: hola Claudia, ¿ha visto la de agua que lleva el barranco? Tres días lleva lloviendo y no para!
Claudia: sí mi niña, ¡el diluvio que nos está cayendo! le dije a mi madre esta mañana que tenemos tres goteras en la casa que me tienen de los nervios... ¡todo el rato… glub, glub, glub! A ver si mi cuñado se pasa y las mira para taparlas.
Se unen a la conversación María y Esperanza, dos jóvenes del Risco de San Nicolás que venían de hacer la compra en el mercado.
María: buenos días Claudia, buenos días Nieves.
Esperanza: ¡Buenos días, niñas!
María: ¿Hablaban de las lluvias de estos días? Mi padre, que es capataz en las fincas del Pambaso, me ha dicho que las plataneras han quedado fatal, y lo peor se lo han llevado los corrales de más arriba.
Esperanza: Pues mi padre, que es comerciante en el puerto, me ha contado que por el temporal no le ha llegado la mercancía tan importante que esperaba.
Claudia: , a don Miguelito, mi vecino de enfrente, ya se le han ahogado tres cabras y varios baifos. Esta mañana mismo había uno flotando por allí (señalando).
Todas: ¡Qué asco!
Nieves: oh, si ayer, cuando más fuerte llovía, me dijo doña Mercedes, que tiene la casa ahí enfrente en Vegueta, que le entró toda el agua por debajo de la puerta y se le inundó el zaguán!
Esperanza: ¡Qué faena! Afortunadamente en mi casa no ha ocurrido ninguna desgracia…
María: hasta el pescadero me dijo que como siga esto así un día más en lugar de salir a pescar su hermano y su primo entrarán los pescados por la pescadería para adentro!
Claudia: jesús mi niña! que exageradita eres! dile tú a Rogelio, el pescadero, que no cobre tan caro la vieja y la boga y que se deje de boberías!
Esperanza: ¡Miren, miren!… lo que sí es verdad es lo mal que se ha quedado el Terrero de lucha, ¡miren! ¡parece una charca!(señalando) y como siga lloviendo así hasta el Teatro se va a inundar!
Nieves: ¡no digas esas cosas, Esperanza!
María: ¡ay!, a mí lo que no me gusta es el mal olor que queda luego del reboso de las alcantarillas, porque lo que es ver llover me encanta.
Esperanza: Sí, es hermoso!... (pone la mano como cogiendo las gotas de lluvia)
Nieves: estoy de acuerdo contigo, mi niña. ¿Saben lo que les digo? que con goteras o sin goteras ojalá todos los años sigamos viendo correr el Guiniguada!
Todas: ¡Ojalá!


Abuelo: o como cuando esperábamos para coger el tren de la ciudad, la Pepa!
Laurita: ¿un tren que se llamaba la Pepa? ¿ aquí?
Abuelo: sí hija, aquí. ¿Tú no has visto los raíles que hay en la calle Triana, ahí debajo?
Laurita: ah sí, los hierros esos!
Abuelo: pues por ahí pasaba el tren que venía desde el Puerto.


Escena: estamos a comienzos de 1943 en la Calle Mayor de Triana. Dos mujeres vecinas de la zona, doña Isabelita y Josefa, hablan de sus cosas mientras escuchan pasar el tranvía conocido como la Pepa. Este se inauguró como tren a vapor en 1890. Luego se hizo eléctrico para ahorrar y evitar ensuciar tanto las fachadas de las casas. Tras la Guerra Civil, a raíz de la escasez de combustible, se vuelve a poner en marcha como locomotora a vapor hasta 1948.

doña Isabelita: mira mi niña, al final compré la tela para el vestido de mi nieta a don Cristobalito, porque a media peseta el metro era una ganga!
Josefa: sí mi hija, que ahora hay que apretarse el cinto más que nunca, que con el racionamiento ya tenemos bastante.
En ese momento se oye el pitido del tren pasando por la calle.
doña Isabelita ( con voz de susto y sorpresa): jesús mi niña! qué susto con el dichoso tren! creía que se me venía encima!
Josefa: tranquila mujer, que la Pepa tiene sus raíles por donde andar! Y menos mal, porque si no es por el tren no sé como haríamos para llegar al Puerto! ¡ Que mi marido va a vender todos los días mercancía a los barcos que llegan a La Isleta y vuelve el tren estibado de gente!
doña Isabelita: oh mi niña, desde la guerra aquí no hay gasolina para las guaguas, así que como no vayamos en carros tirados por burros como hacían antes…
Josefa: ah, y si quieres coger un coche de esos … como los llaman?…
doña Isabelita: ¿ los piratas?
Josefa: eeeeso! los coches piratas! pues no tenemos dinero como para eso…
doña Isabelita: ah no mi hija, y los de hora como el que va por Tamaraceite hasta Teror no los cojo yo sola porque me da miedo!
En ese momento Isabelita comienza a recordar su niñez, emocionada…
Todavía recuerdo cuando inauguraron el tren, yo tenía 8 años y lo llamaron la Pepa porque fue un día de San José. Recorría la carretera del Puerto desde la Isleta hasta la entrada de la ciudad en Triana. Éramos todos los chiquillos arremolinados viendo pasar el tren. Ah, qué tiempos tan bonitos!
Josefa: no se emocione doña Isabelita, que usted verá que salimos de ésta, se pasarán las apreturas y las cartillas de racionamiento. ¡Que dios aprieta pero no ahoga!


Laurita: jo abuelo, pues si que han ocurrido cosas en Las Palmas! Yo no sabía que era una ciudad tan vieja!
Abuelo: (al público) ya ves que Las Palmas es una ciudad mucho más vieja que yo, que ha pasado por momentos buenos y malos a través de generaciones de canarios y gentes venidas de afuera. Mucho tiempo ha pasado desde que se construyó aquél viejo Real de Las Palmas, pero si en algo no ha cambiado la ciudad es que sigue abierta al mar, acogiendo a los que vienen de otros países y continentes. Mira Emilio, ese coche que te di para que jugaras lo hice yo cuando tenía tu edad. Está hecho con algunas maderas, viejas latas y unos muelles. Quiero que te lo quedes, es tuyo. Pero cuídalo y guárdalo para que algún día se lo puedas dar a tus nietos mientras les cuentas la historia de nuestra ciudad”.



FIN OBRA 3º TRIMESTRE CURSO 2009/2010
Teatro
Escena: se pone la primera piedra del Puerto de La Luz, es el 26 de febrero de 1883 y los empresarios y obreros encargados de la obra se hacen la foto del momento.

el fotógrafo, Álvarez Quintana: señores, por favor, si son tan amables y se juntan un poco más. Y sonrían! (…estos ingleses no entienden lo que es sonreir!)
el señor Ripoche y mr. Swanston se saludan efusivamente y comentan…
Ripoche: mr. Swanston, hoy es un día muy importante para la ciudad y para ambos. Esperemos que esta primera piedra sea sólo el comienzo de una obra que transforme Las Palmas en una ciudad moderna y rica. Y que usted y yo lo veamos,eh? .
Mr. Swanston( con acento inglés chapurrea el castellano): yes, mr. Ripoche, este puerto traerá a muchos inversores y empresarios ingleses. Con este clima y las nuevas instalaciones que construiremos esta isla será una escala muy importante para los barcos que crucen el Atlántico (ooh yes, un gran negocio!)
Ripoche: hará falta mejorar el transporte, comunicar mejor La Isleta con la ciudad, y en Santa Catalina se pueden colocar los almacenes de las empresas navieras.
Fotógrafo: señores, por favor, miren a la cámara! (nada, ni caso!)
Ripoche: además, una vez se inaugure el puerto, podríamos hacer una fuerte promoción en Inglaterra de Gran Canaria como nuevo destino turístico. Imagíneselo, podríamos abrir hoteles y balnearios para la distinguida burguesía británica, vendrían cruceros y pasarían los veranos en la ciudad, incluso haciendo un barrio residencial para los que decidan quedarse a vivir en Las Palmas ¿que le parece?
Mr. Swanston: mister Ripoche, creo que usted y yo nos vamos a entender muy bien.
Obrero: bueno, ¿la coloco ya? que esto pesa un quintal!
Mr. Swanston: yes, colóquela ya, y no se queje tanto.
Fotógrafo: (así no se puede trabajar!) bien señores, ¿serían tan amables de mirar a la cámara y sonreír antes de que se haga de noche? bien, no se muevan, así como están, sonrían. Perfecto!

Escena: año 1888, se inaugura de manera provisional el Teatro Nuevo, llamado Tirso de Molina y posteriormente Teatro Pérez Galdós. La gente espera a las puertas del Teatro para entrar a ver el concierto del tenor italiano Roberto Stagno.

El matrimonio Llarena espera en la cola y comenta…
la mujer, Dolores: te lo dije, teníamos que haber llegado antes, ahora tendremos que esperar y veremos si nos guardan las butacas.
el marido, Ambrosio: tranquila mujer, ya sabes que Nicolás va a ser el que organice la entrada y nos reservó unas en la tercera fila. Somos amigos y seguro que se acordó.
Dolores: mira cariño quienes vienen por ahí, los Castillo. Mírala a ella, ay que mal gusto tiene la pobre con ese vestido que parece un mantel.
Entretanto, los Castillo, vecinos de Triana, se percataron de la presencia de los Llarena y se acercan a saludarlos.
élla, Carmen: hola Loli ,querida, ¿que tal estás? ¿y los niños? Mira tú que se lo estaba diciendo a Antonio que seguro que ustedes también venían al concierto.
Dolores (Loli): ¡Qué bien te veo Carmen!, y ¡qué bien te queda ese vestido! A los niños los dejé con mi hermana Pino. Hoy había que venir, dicen que tiene una voz estupenda, y que las butacas son muy cómodas.
Carmen: sí, es un tenor italiano, Stanco se llama, no?
Loli: Stagno, Roberto Stagno, iba a hacer las Américas y de paso por aquí pues se ofreció a inaugurar el Teatro. Por fuera ya se ve bien, aunque dicen que aún queda tiempo para que lo tengan terminado.
Mientras, los dos hombres hablan de sus cosas…
Antonio: hombre, bonito sí está quedando, pero colocarlo aquí, justo al lado de la orilla del mar. Además, con el mercado y la pescadería allí enfrente. No sé, pero como no arreglen lo de los olores…
Ambrosio: a lo mejor colocan algún dique o pasan la pescadería a algún otro sitio. Al menos está en el centro de la ciudad, y era necesario un teatro nuevo, el viejo Cairasco ya se había quedado pequeño. Se rumorea que llevan gastados casi un millón de pesetas.
Antonio: mucho me parece, aunque aquí con tal de gastar dinero… por cierto, ¿cómo va lo de las telas que querían los ingleses?
Ambrosio: bien, los Miller se han encargado de hablar con la gente de Londres, y entre esto y lo del tinte me parece que voy a hacer un buen negocio. A los ingleses si algo no les falta es dinero. Y deja que terminen el Puerto, entonces se van a hacer con el control de todo.
Al fin, parece que se abren las puertas del Teatro y la cola comienza a avanzar. Carmen se dirige a su marido: mira cariño, parece que ya vamos a poder entrar. Pues Loli, que te digo, ¿en qué fila vas a estar?
Loli: en la tercera…
Carmen: está muy bien, nosotros tenemos butacas en la segunda, pero las de ustedes no están mal.

Escena: es finales del siglo XIX, un matrimonio de turistas británicos, los Lean, venidos de Liverpool en un crucero de la Yeoward, pasean por una desierta Playa de Las Canteras.

David (con acento inglés chapurreando el castellano): querida, este sitio es fantástico, con unas vistas increíbles, mira esa pequeña montaña de allí al fondo, como la llaman… O…Orrucas?
Ángela: es Arrucas… y, mira, esta arena limpia y dorada. Lo único, que está un poco lejos de la ciudad, quizás tendrían que hacer una carretera mejor, o una especie de paseo para caminar por aquí.
David: ah, no creo que hagan un paseo por esta playa, mírala,si está desierta. Somos los únicos de por aquí, excepto aquéllos que parece que pescan allá. (Señala pero no se les ve). Aparte de dar un paseo o merendar, ¿a qué otra cosa iba a venir nadie aquí, a bañarse en el mar?
Ángela: por cierto querido, dile al cochero ahora cuando vuelva que vaya más despacio, los baches de la carretera me dejan agotada. Y vamos regresando, que estoy deseando llegar al hotel para comer algo y descansar.
David: regresemos, tenemos muchos días por delante para conocer la isla. Ya quisiéramos este tiempo de invierno allá en Liverpool, ¿qué temperatura tendremos, 20…21 grados?

Escena: dos canarios, Carmelo y Manuel, que tienen un puesto de fruta y verduras en el mercado, están en el Puerto hablando con un intermediario inglés de la familia Dempster. La comunicación es difícil pues Carmelo y Manuel no entienden nada de inglés y el intermediario apenas habla castellano.

Carmelo (cachorro, cachimba y bigote): mira Manuel, este choni nos la quiere jugar haciéndose el que no entiende nada. Nosotros subimos las cajas al barco o no se las llevan!
Manuel( igual pero sin cachimba): déjame que se lo explique yo. A ver míster, nosotros queremos subir al barco las cajas (señalando).
Intermediario: rise to the ship?
Carmelo: no tu de chip noo, al barco, al barcoooooo!
Manuel: mire usted, aquí hay 50 kilos de papas quineguar de primera y hay que tener cuidado con éllas.
Intermediario: King Edward’ s potatoes?
Carmelo: pero qué kin eduar potatos? papas, papas quineguar, quineguaaaaaaaaaarr!! ¿es que en Inglaterra no les enseñan a hablar bien?
Intermediario: oh disculpen, yo no entender mucho bien y poco espa…español. Pero muy bonito knife here (señalando a la cintura del pantalón de Manuel).
Manuel: pero qué es naif? será naife, naife!, el cuchillo canario de toda la vida! ahora van a querer estos ingleses hasta copiarnos las palabras!
Intermediario: discol…disculpen caballeros, pero tengo que hablar con mi boss, con mi jefe para ver si pueden subir las boxes. ( Y da media vuelta como para caminar)
Carmelo: ¿pero qué bos ni qué boses? ¿tú entiendes algo Manuel?
Manuel: yo lo único que entiendo es que a estos chonis no hay quien les entiendan!

Escena: dos ancianas vecinas de Triana, doña Teresita y doña Úrsula, pasean por la calle mayor viendo pasar a una pareja de británicos elegantemente vestidos y hablando en un idioma que no entienden y parándose justo delante de una casa con un pequeño cartel que dice: this monday, garden party (una fiesta inglesa con té, pastas y licores).

Teresita: ¿qué dice ahí mi niña? garden par qué?
Úrsula: garden parti, es como un sancocho, pero con una bebida que llaman té y unas galletas raras que llaman pastas. Mi hijo que trabaja en el banco fue el mes pasado a una de ésas.
Teresita: jesús, jesús, jesús mi niña, lo que hay que oir!. A estas gentes no hay quien las entienda una. Idioma raro éste. Y mira que son raros, mi nuera me dijo el otro día que había oído que a un matrimonio inglés le habían hecho un cuarto de aseo al lado del dormitorio en la casa.
Úrsula: ¿dentro de la casa? Mire usted que cosas! a donde iremos a parar con estas modernidades!

FIN
Teatro
Abuelo: A ver Laura… ¿sabes cuál es la diferencia entre un pirata y un corsario?
Laura: no…
Abuelo: Los dos son delincuentes de mar, pero el pirata actúa por su cuenta, sin someterse a ley o país. En cambio, el corsario lucha por un país y está a las órdenes de un rey y enarbola su bandera.
Laura: Pero, abuelo, ¿vas a contarme ahora otra historia? ¡Prefiero saber qué ocurrió con la que me estabas contando!
Abuelo: ¡No, que va, si es la misma!... pero, lo creas o no, hubo un tiempo en que por nuestras costas pasaron temibles corsarios intentando conquistar las islas..
Laura: ¡¿en serio?!

Narrador: más de un siglo después de haberse fundado el Real de Las Palmas, la ciudad era una pequeña urbe de menos de cinco mil habitantes formada por los barrios de Vegueta y Triana. Una pequeña ciudad a orillas del Océano Atlántico, justo en el centro de las rutas marítimas con Europa, África y el Nuevo Continente, América. Una tierra apetecida por países rivales de España que ya había sufrido el ataque del corsario inglés Francis Drake. Algo ocurrió en el año 1599 que marcó un antes y un después en la historia de Las Palmas.



MÚSICA INTRO


En la escena, en una esquina (zona Vegueta-Triana) se encuentra Cairasco de Figueroa escribiendo un poema…


Cairasco: (Alejandro) “Este es el bosque umbrífero
de Doramas tiene el nombre célebre,
Y aquestos son los árboles
Que frisan ya con los del monte Líbano
Y las palmas altísimas
Mucho más que de Egipto las pirámides…”
Que… de los ¿jugosos?... hummm...… no, eso no, de los “empalagosos”.., ¡no, no…! De los “sabrosos”…, Sí, ese me gusta…, sabrosos…
Criada: (LORENA) Disculpe, señor, le traigo su agua.
Cairasco: Gracias, Adela, necesito refrescarme, pues hoy no tengo buen día y la musa de la inspiración parece haberme abandonado
Criada: Descuide, señor, verá que pronto encuentra solución a su problema.
Cairasco: ¡Dios te oiga, Adela, Dios te oiga!


La acción se traslada al Castillo de la luz, donde se encuentra un soldado haciendo la guardia…

Soldado: (Sara) (tocando las campanas) ¡Alarma, alarma!!Nos atacan! ¡A las armas!
Gobernador: (¿?) ¡Vayamos a las playas! !Están desembarcando!
Soldados: (Javi) ¡Resistiremos hasta el final!

Desembarcan los piratas y se produce el primer enfrentamiento entre los holandeses y los castellanos. Finalmente el castillo de la Luz es tomado por los holandeses y el gobernador cae herido. Esta lucha dura poco, ya que los soldados huyen al fuerte de
Santa Ana desde que hieren al gobernador.

Soldado: (javi)¡han herido al gobernador!
Gobernador: ¡oh!, (gesto mucho dolor)
Van der Doez: (nico?) ¡ja, ja ,ja! El castillo ya es nuestro.

Los soldados huyen hacia el fuerte de Santa Ana y los holandeses se establecen en el castillo de la luz. La criada va a entregarle las malas noticias a Cairasco.

Criada: Señor, ha llegado esto para usted, lo traía un soldado.
Cairasco: Malas noticias, el gobernado está herido, los holandeses han tomado el Castillo de la luz y nuestras tropas se han refugiado en el fuerte de Santa Ana.
Criada: ¡oh, señor, qué querrán de nosotros esos bárbaros!

Se producen enfrentamientos desde el Castillo de la luz hacia el Fuerte de Santa Ana (cañón vs cañón) y viceversa.

Soldados: (javi) ¡!Traed más pólvora!!
Soldados (sara) Ya no nos queda más, estamos perdidos..
Capitán Alonso Venegas: (León)¡NO PUEDE SER! (hablando a Van der Doez) Si queréis las llaves de la fortaleza venid a buscarla!
Van der Doez: ¿Ríndete ya capitán! ¡ja, ja, ja!
Corsario: (emily) ya llevan dos días resistiendo con poca munición y casi no les queda pólvora! ¡Estamos a punto de conseguirlo!
Corsario 2: (Kevin)¡a por ellos!
Corsario 3: (danger)ríndanse!
Capitán Alonso de Venegas: ¡eso nunca!
Van der Doez: Como me llamo Van der doez que tomaré esa fortaleza
Capitán: (a sus soldados) Tendremos que abandonar la fortaleza. Id a avisar a las gentes de la ciudad… que recojan todas sus pertenencias y huyan hacia el Bosque de Lentiscal.


En la zona Vegueta- triana, cerca del pozo, se encuentran unas mujeres sacando agua y hablando de sus cosas.

Señora 1: (Luna)¡dios mío, los oigo tan cerca!... ¡Qué será de nosotros!
Señora 2: (Lorena)Por favor, no digas esas cosas, seguro que nuestros soldados pronto lograrán expulsarlos.
Señora 3: (lSusana)¡Ojala! Pues estoy muerta de miedo ¡Ay! Sufro por mis hijos,… si esos malvados llegan a apoderarse de nuestra ciudad…
Señora 1: He oído cosas horribles sobre esa gente. No tienen piedad.
Señora 2: A mí me contó mi esposo que, hace unos años, llegó por nuestras costas un tal Francis Drake y, con la misma que vino igual se fue, pues nuestros valerosos soldados no les dejaron ni poner pie en tierra.
Señora 1: Aliviada me dejas. ¡cómo se nota que tu marido forma parte de la guardia y conoces bien los entresijos que ahí se urden!
Señora 2: Sí, María, tranquilízate.
Señora 3: Aún así, esos cañones me tienen asustada…

Interrumpe un soldado que llega muy alarmado

Soldado: (sara) Señoras, rápido, id a recoger sus cosas y marchad al bosque de Lentiscal… Los holandeses ya se encuentran a los pies de la ciudad.
Señora 3: ¡por Dios bendito! ¡Vamos, vamos..! ¡Ay, mis hijos!
Señora 1 y 2: ¡Corramos, corramos!

Las señoras salen del escenario y los soldados salen del fuerte de Santa Ana y se dirigen al centro del escenario, al monte lentiscal, que tendrá algunas plantas para diferenciarlo

Capitán: No podemos dejar que los holandeses continúen su avance. Cortaremos el suministro de agua de la ciudad. Enviaremos a Don Bartolomé Cairasco de Figueroa a parlamentar con los holandeses. Soldado vaya a buscarlo a su casa y entréguele esto con urgencia.
Soldado: (javi) Sí, capitán.

En casa de Cairasco


Soldado: (javi) Señor, tengo un mensaje urgente para usted. (Le entrega una nota)
Cairasco: (lo lee) Dígale al capitán que puede contar conmigo. Parlamentaré con Van der Doez y le expondré las condiciones. Vaya en busca de Van der Doez y dele esto (hace que escribe una nota para el corsario)

El soldado sale en busca de Van der Doez

Soldado (javi) Traigo un recado para Van der Doez
Corsario: (Kevin) Tráelo acá… (se lo quita de las manos bruscamente y se lo entrega a Van der Doez)
Van der Doez: ¿parlamentar? ¡ja, ja, ja! Por supuesto, a ver si aceptan mis condiciones.
Corsarios: ¡JA, JA, JA!
Van der Doez: Lléveme con ese tal Cairasco, me encantará parlamentar…(ironía)

El soldado lleva a Van der Doez y otro corsario hacia casa de Cairasco


Criada: Un momento
Cairasco: Ya está aquí usted… pues mire.. (Van der Doez No le deja acabar la frase)
Van der Doez: Déjese de rodeos, páguennos una gran suma de monedas de oro ahora y durante los próximos años y estaré dispuesto a parlamentar…
Cairasco: ¡Eso nunca, es abusivo! ¡!Los echaremos de aquí si no es por las buenas pues entonces por las malas!!
Van der Doez: (marchándose de la casa) ¡ya escarmentareis malditos canarios!! ¡General (el otro corsario) atacad mañana sin falta!
Corsario: (emiliy) Por supuesto (se ríe con maldad)

Llegan a la fortaleza y cogen sus armas y van hacia el centro del escenario- zona monte lentiscal.

PELEA-MONTE- SOLDADOS VS CORSARIOS (1 min)

Los soldados estarán “escondidos” en las plantas para pillarles por sorpresa


Soldados (sara) Ahí vienen.. ¡FUEGOO! ¡Los tenemos rodeados!
Corsarios: (Kevin,emily,danyer) ¡!Ha sido una trampa, volvamos!!
Capitán: ¡Persigámoslos hasta la Las Palmas!
Van der Doez: (a su gente) Nos marcharemos, pero antes quemad todo lo que encontréis a vuestro paso y llevaos todo!
Corsario: (emily)¡Agarrad todo lo que podáis!
Van der Doez: Llevaos la campana también! ¡JA, JA, JA!

Los corsarios salen huyendo del escenario con la campana y alguna caja o cofre. Se quedan en el escenario los demás habitantes de la ciudad celebrando la derrota

Capitán y soldados: ¡bien! ¡bien! Fueraaa, FUERAAA… ¡Y no volváis!!

FIN DE ACTO



Teatro
INTRO


Abuelo: Laura, ¿déjame ver eso? ¿Qué tienes en la mano?
Laura: (se lo muestra) ¿esto abuelo?... ah, no es nada, me lo encontré en el trastero…
Abuelo: Ya me resultaba familiar a mí…
Laura: (extrañada) ¿si?
Abuelo: Cuando yo tenía tu edad jugaba con ese cochecito…
Laura: (mirando al objeto)..! ioss, pues sí que es viejo, abuelo!!
Abuelo: ¡Ja, ja, ja! Sí…, tiene muchos años… ¡cómo ha cambiado todo! (está pensativo recordando su niñez, su vida)
Laura: ¿tanto ha cambiado?
Abuelo: Ven, vamos a ver qué nos encontramos en el trastero,
Laura: ¡vale!

Van saliendo del escenario…

Abuelo: Mientras buscamos te voy a contar una historia que es más vieja que yo
Laura: ¡sí! ¿y tiene peleas?... ¿salen princesas?
Abuelo: Peleas, sí,… (pensativo)

Salen del escenario…

(MÚSICA)

Voz en off:

Abuelo: ¿Sabes..., Laura?, los primeros habitantes de Canarias vinieron del norte de África y eran bereberes.
Laurita: ¿de África?, ¿en serio?
Abuelo: Pues sí. Los habitantes de Gran Canaria eran los canarii. Eran gentes con una sociedad muy desarrollada. Vivían en clanes familiares en poblados. Sus reyes se llamaban guanartemes,…
Laurita: ¡Ja, ja,.. Como la calle donde vive el tío Paco!
Abuelo: sus guerreros eran los guayres y tenían unos jefes espirituales o faicanes.
Laurita: ¿y dónde vivían?
Abuelo: Sus casas eran las cuevas o construían casas de piedra. Vivían de los cultivos y los rebaños de cabras y ovejas. En los silos guardaban los granos de los cereales. Creían en numerosos dioses como Acorán, practicaban rituales en lugares como los almogarenes y se hacían enterrar en las cuevas o en túmulos de piedra.



ACTO I: La conquista

Están todos los chicos realizando sus tareas en el poblado. Canarios entrando en unas cuevas para almacenar la cosecha en los silos, mientras con unas pintaderas marcan las tapas para indicar a qué familia pertenece. Además, se ve a alguno tatuándose la cara con la pintadera. Dos guayres practican la lucha del garrote. El protagonismo recae en dos chicas aborígenes que están pescando (los pies les cuelgan del escenario).

Ithaisa: Parece que hoy no quieren picar…

Aborigen 2: (mirando al cielo) ¡Con este calor es normal!

Ithaisa: (mirando hacia el almogarén) Creo que van a comenzar con el ritual… Sí, mira, te están llamando.

Aborigen 2: Voy para allá, te veo ahora, hermana. Ojala los dioses nos oigan y pronto traigan la lluvia.

Ithaisa: ¡Ojala!

La chica se va hacia el almogarén. Comienzan a hacer un ritual para que llueva. Mientras, la chica que se queda sentada “hablando sola”

Ithaisa: (hacia el público) Este año la cosecha ha sido pobre… ¡hace ya tanto que no llueve! ¡Ojalá llueva pronto! Por eso, para pedir la lluvia, mi pueblo va a realizar el ritual de la Rama. Ese que ven es el Faicán o sumo sacerdote. Las mujeres son las Harimaguadas, las sacerdotisas. Shh!!…(manda a callar al público) comienza el ritual, vamos a recoger algunas ramas.


La chica se levanta y se marcha hacia el ritual con unas ramas en la mano. Comienza el Faicán con el ritual de la rama. Todos los demás están a su alrededor portando ramas y/o cuencos. El Faicán se encuentra en el centro del almogarén.

MÚSICA RITUAL (caracolA)
Harimaguada: (mirando al cielo, como si le hablara al sol) ¡oh, Alcorán, dios del sol, creador de todas las cosas, concédenos la lluvia! ¡oh, Alcorán, escucha nuestra plegaria!
(le dice a los demás del poblado) ¡corten las ramas!

Uno de los canarios hace sonar la caracola mientras los demás cortan ramas, las cogen y saltan con ellas en la mano.

Harimaguada: (hacia el cielo) ¡Alcorán, danos lluvia!

El resto de los canarios gritan al cielo “que llueva, que llueva”. Una de las chicas se acerca al principio del escenario y mirando hacia el público señala con la mano. Llama a su hermana.

Ithaisa: ¡extranjeros! ¡extranjeros!

Chica 2: ¡extranjeros! ¡extranjeros!

Todo el poblado se acerca a ver qué ocurre y se quedan hablando entre ellos (haciendo mímica)


Voz en off: en 1478 llegó a Gran Canaria el general Juan Rejón al mando de una tropa de unos 600 soldados castellanos y andaluces, fundaron el campamento Real de Las Palmas a orillas del Guiniguada… Así comenzó la guerra de Conquista.

Los canarios se sitúan todos en torno al tagoror. Se reúnen en el consejo de guerra. Están los guayres y el guanarteme. También las mujeres. Por la derecha del escenario entran los castellanos al mando de Juan Rejón, se sitúan todos en la zona del guiniguada, donde se encuentran tres palmas.

Juan Rejón: ¡vamos, vamos! Aquí, junto al arroyo construiremos el campamento. Lo llamaremos el Real de… (mirando hacia las palmeras)… el Real de Las Palmas. Desde aquí nos lanzaremos a la conquista de toda la isla.

Los castellanos comienzan a levantar el campamento. Sacan los mapas y se ponen a mirar estrategias, etc. Todo con mímica.

Mientras, en el poblado, están reunidos en el Tagoror…

Adargoma: ¡Quieren convertirnos en sus esclavos!
Doramas: ¡tenemos que expulsarlos!
Guanarteme: Sí, debemos expulsarlos de nuestra tierra, para eso tú Doramas y tú Adargoma dirigirán en la batalla a nuestros guerreros.
Adargoma y Doramas: ¡Faita, faita, faita…!



Voz en off:
Abuelo: Así, Laurita, gritando “FAITA” que significa valor, salieron a la batalla en busca de los castellanos.
Laurita: ¡oh, de verdad! Y, ¿qué pasó abuelo? ¿qué pasó?

Los canarios van hacia el campamento del Guiniguada.

Soldado: Ninguna, novedad en la guardia, general Rejón, como vos mismo lo podéis ver. (ESCUCHAN LOS GRITOS DE LOS CANARIOS, los canarios gritan “fuera, fuera y faita, faita”)
Juan Rejón: ¿qué son esos gritos? ¡dios mío, nos atacan!
Soldado: ¡nos atacan!
Juan Rejón: ¡todos a las armas, nos están atacando! (levantando su espada) ¡por Santiago, vamos a por ellos! ¡vamos, vamos!
Soldados: ¡a la batalla, por Santiago!

MÚSICA LUCHA-ESPADAS, GRITOS, PALOS

Comienza la batalla del Guiniguada. Los canarios tiran piedras, pelean con palos y con las manos, mientras pelean gritan, “fuera de aquí” y “faita”. Por el otro lado, los castellanos pelean con espadas y lanzas, gritan “por castilla”, “cuidado”, “están tirando piedras”,… Después de 1 o 2 min de lucha Juan Rejón tiene a Adargoma en sus manos. Se quedan los demás en un 2º plano, en el centro están solo Adargoma y Juan Rejón.


Juan Rejón: ¡Ríndete Adargoma! ¡Estás perdido!
Adargoma: Está bien, Rejón, ustedes me han vencido.

Los demás canarios se quedan mirando sin saber bien qué hacer y deciden huir.

Adargoma: ¡vamos, vamos! Continúen, no se rindan. ¡Faita, faita! ¡no huyan!
Soldados: ¡victoria, victoria!
Soldado: General, están huyendo.
Juan Rejón: Dejad que se vayan, no los persigáis. Ya le hemos dado un buen escarmiento. ¡ja, ja, ja!
Soldados: ¡Ja, ja, ja!
Doramas: (al Guanarteme) ¡Adargoma ha caído!

Se quedan los canarios hablando en el poblado. Los castellanos en el poblado. Juan Rejón y Adargoma salen del escenario. Entrarán siendo otro personaje.



(MÚSICA)

Voz en off:
Laura: ¡no abuelo, perdieron! ¡no quería que perdieran!
Abuelo: pero lucharon hasta el final…Tras cinco años de resistencia, los últimos canarios que se negaban a la rendición se refugiaron en la montaña sagrada de Ansite.
Laura: ¡bien!
Abuelo: Finalmente, tras negociar, la mayoría de los canarios decidió entregar las armas, menos dos, Tasarte y Bentehuí, que prefirieron suicidarse lanzándose desde la montaña antes que someterse a los invasores. Esto fue recogido en las crónicas de la Conquista con el nombre de Atis Tirma, grito que lanzaron ambos al tirarse al precipicio. Era el Viva Tirma, o Viva Dios. Terminó así la Conquista de Gran Canaria.
Laura: Es muy triste, abuelo… Atis Tirma… ¿Cómo el chocolate?

En el poblado…


Bentejui: ¡Resistiremos, si es preciso hasta la muerte! ¡TENEMOS QUE VENCER AL EXTRANJERO!
Tasarte: Yo, Tasarte, faicán de Telde, siempre lucharé a tu lado.
Canarios: ¡Síi!!

En el Real de las Palmas…

Pedro de Vera: Están todos refugiados en una montaña a la que llaman “Ansite”. Iremos para allá e intentaremos negociar su rendición. ¡vamos soldados, por Castilla!
Soldados: ¡por Castilla!

Los castellanos se dirigen a Ansite…

Pedro de Vera: ¡Rendíos! ¡Por vuestro bien! Rendíos y se les tratará bien. Si dejan de pelear serán libres. Todos conservarán sus tierras y su ganado.

Los canarios se quedan mirándose los unos a los otros y deciden rendirse.

Chica 1: (mirando a Bentejuí y a Tasarte) ¡ya no podemos hacer nada más! ¡llevamos mucho tiempo luchando!
Chica 2: ¡estamos agotados! ¡no tenemos otra solución!
Chico: Nos han prometido que seremos libres…
Bentejuí: ¡no me rendiré nunca!
Tasarte: Son unos mentirosos, no les hagan caso, desde que están aquí ya han visto cómo nos han tratado.
Bentejuí: ¡no olviden que han quemado nuestras casas y robado nuestras cosechas!
Chica 1: (angustiada) Por favor, compréndanlo, ya no podemos más…

Bentejuí y Adargoma se miran, se abrazan y gritan… “Atis Tirma” mientras saltan el escenario. Se quedan tirados en el suelo, como muertos.

Bentejuí: ¡Atis Tirma!
Tasarte: ¡Atis Tirma!
Chicas y chicos: Noo, noo, noo (lloros y lamentos)


FIN ACTO I
Teatro
Crónicas
del
2º Evento

de Secundaria
del curso
2009-2010

El 24 de Marzo del 2010 se celebró en el parque Don Benito (Schamman) el II Evento de Secundaria del curso 2009-2010.


En el evento participaron los siguientes grupos de teatro:


La primera obra la presentó el grupo de teatro del centro IES Primero de Mayo, se titulaba "Rollitos de Primavera". Un sketch cómico muy divertido.


Los segundos en actuar fueron los alumnos del IES La Minilla, su obra se titulaba "Los habladores". Un entremés de Miguel de Cervantes, muy complicado, que les salió a la perfección.


Los siguientes fueron los alumnos del 2º grupo de teatro del IES Mesa y López presentando "El asesinato imperfecto". Una obra de misterio basada en el juego del Cluedo.


Por último, y no por ello menos importante, actuaron los alumnos del 1º grupo del IES Mesa y López, representando su obra "!Qué tropa, señor! !Qué tropa!". Un sketch cómico que, aunque cortito, causó muchas risas entre el público.



Quiero felicitar desde aquí a todos mis chic@s de teatro por haberlo hecho tan tan bien. Espero que descansen esta Semana Santa y cojan fuerzas para nuestro "gran" proyecto de este último trimestre. ;) ¡Besitos a todos!


Nayra
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Teatro




EL ASESINATO

IMPERFECTO

Título original: “El asesino insospechable”
Duración aprox.: 30 min.
Adaptación: Nayra


PERSONAJES:

EDWARD: Javi
DAVID: Diana
GERARD: Gerardo
WILSON: Armando
MISS CAROLINE: Karla
CATHERINE: Tania
DOBSON: Aitor
DOCTOR FILLIPO: Yosimar
HILUPO: artista invitado


ARGUMENTO:

Obra de intriga con ligeros toques cómicos. La acción se sitúa a comienzos de siglo XX en una mansión de Inglaterra. Sus personajes pertenecen a la alta sociedad inglesa.
Una noche, una renombrada arquitecta millonaria, organiza una fiesta en su casa. A la fiesta acuden los miembros de su compañía, otros grandes arquitectos. Todo irá bien hasta que uno de ellos aparece muerto. ¿Quién habrá sido el asesino? Los mejores detectives tienen un importante caso por resolver.

EL ASESINATO IMPERFECTO

(Nadie en escena, sólo la casa. Dos habitaciones al mismo tiempo.1 es una biblioteca y la otra una salón.)

Edward: Mi tía siempre me dice “Nunca debes juzgar un libro por su portada”, supongo lo que quiere decir es que nunca pienses mal de alguien sólo por su apariencia.
Bueno, antes que nada, me voy a presentar.

(Entra en escena Edward Wells. Entra de otra habitación
leyendo un papel cómo muy interesado)

Edward: Hola, soy Edward Wells sobrino de la famosa arquitecta y millonaria, Miss Caroline Wells

(Suena el timbre de la puerta)

Edward: perdonen

(Es David Moqueen, entra se saludan y se queda quieto)

Edward: Buenas tardes David..
David: Buenas tardes, Edward…

(David se queda quieto) (Edward se dirige al público otra vez, se sitúa más cerca del público)

Como decía… ¿Dónde estaba? Ah sí, mi tía….es un gran mujer, ha hecho grandes cosas en su vida. Yo espero seguir sus pasos pero no va a ser fácil. …Ah……me acuerdo…, una vez, cuando era pequeño, estábamos jugando a las cartas y me dijo “Hijo algún día todo esto será tuyo,… si no me defraudas”. Esa frase se me ha quedado grabada desde entonces, ¿Por qué me lo dijo? Sólo Dios y mi tía lo saben. Espero no haberle defraudado. De hecho, todo lo que hago, lo hago para ella.


(David se descongela y Edward vuelve a la escena)

David: Hace un frío en la calle, horroroso. Brrrrrr. Bueno ¿Qué tal?

(Edward se queda quieto y David se dirige al público se coloca en el centro de la escena adelantado)


David: Yo soy David Mcqueen. Edward y yo somos amigos desde la infancia. Le conocí en el colegio, luego fuimos a la misma Universidad y ambos estudiamos arquitectura, desde entonces somos inseparables, tenemos muchas cosas en común.
(Se descongela Edward y David vuelve a escena junto a Ewuard)

Edward: No te olvides, esta noche tenemos la fiesta de disfraces. Promete ser interesante.
David: Es verdad, por cierto ¿Está por ahí tu tía? Me gustaría saludarla.
Edward: Sí, pero la está examinando la Dra. Fillipa.
David: Oh ¿Está bien?
Edward: Sí, solo es una visita de rutina. Tengo que ir a correos a recoger un envío antes de la fiesta. ¿Me acompañas?
David: Vale. Así compro tinta para mi pluma.

(Salen por la puerta de la calle y entra la doctora y Miss Caroline)

Miss Caroline: No sé porque te preocupas tanto por mí Doctora, si estoy estupendamente.
Doctora: Sí, Miss CAROLINE, tiene razón: usted goza de buen estado de salud, pero debo hacer mi trabajo, cuidar de mis pacientes, y usted es uno de ellos.
Sir Harold: Gracias, amiga… ah, una cosa más: si quieres venir esta noche al baile de disfraces con unos cuantos arquitectos aburridos, estás invitada.
(La doctora se acerca al público y miss Caroline se congela)

Doctora Fillipa: Como bien ha dicho Miss Caroline, soy la doctora Fillipa Gropopolis. Mi vida, o mejor dicho la de mis padres, podría ser sacada de una novela romántica. Mis padres eran de Chipre, mi madre de la parte Turca y mi padre de la parte Griega. ¡Si creéroslo!
Mi padre tenía que ver a mi madre a escondidas durante años, incluso cuando estaban casados. Los dos fueron ahorcados por tres hombres, en nuestro propio jardín, porque les tomaron por espías. ¡! Fue horrible!! Mi tío me trajo a Londres y gracias a él sobreviví, pero cada vez que veo algo relacionado con Turquía me irita bastante.

(Vuelve la doctora a su sitio al lado de miss Caroline y le responde. También está en escena la criada)

Doctora: Como le estaba diciendo, normalmente no iría, pero su sobrino
insistió en que viniera.
Miss Caroline: ¡Que raro!, Edward no suele invitar a nadie a las fiestas que organizo, supongo que lo hace para que acaben antes.. ¡!Jajá jajá!!! Catherine, apunta a un invitado más para la fiesta
Catherine: Por supuesto señora.
Miss Caroline: Adiós Doctora.... Catherine, puedes traerle a ésta anciana una manta para calentar sus delicados huesos. Estaré en la habitación. (Se marcha de escena)
Catherine: Claro Señora, enseguida se la llevo

(Catherine ayuda a Miss Caroline hacia la salida de escena, luego se va hacia el centro de escena y le habla al público)
Catherine: Yo soy Catherine, el ama de llaves, soy la tercera generación de mi familia que trabaja en la casa de Miss Caroline, es casi una tradición ya. Soy muy discreta y trabajadora. Miss Caroline puede tener plena confianza en mí. Me considera una más de la familia.
(Catherine escucha el timbre de la puerta, es DAVID y Dobson)

David: Hola, Catherine.
Catherine: Miss Caroline está preparándose para la fiesta, en seguida la llamo.
(Catherine se va a buscar a Miss Caroline, que ya entra vestida para la fiesta)
Miss CAROLINE: Buenas noches, David Qué guapo! ¿Y Edward?
David: Llegará enseguida, vino conmigo pero se le olvidó una cosa en el coche.
(suena el timbre otra vez y va a la puerta Catherine, es Dobson)
Miss CARLONINE: Buenas noches, Dobson, justo a tiempo. David, ¿Conoces al Sr.Dobson?
David: No, encantado de conocerlo.
(Suena el timbre otra vez y es el señor Hilupo)
Hilupo: Buenas noches! (saluda a Catherine y a los que están en el salón)
Dobson: Encantado. (a David a Hilupo no lo saluda) Pero no se preocupe Miss CAROLINE, que desde que empiece la fiesta y nos coloquemos los antifaces no vamos a saber quién es quién.
Miss Caroline: Sí señor, eso me gusta. Ja ajajá será divertidísimo!!

(Se quedan todos si hablar, haciendo mímica, David, CATHERINE y Miss Caroline, con alguna copa, etc. Dobson se coloca en el centro de la escena y habla al público)

Dobson: Soy Dobson y soy un arquitecto nuevo en la empresa. Me encanta apostar, al igual que el Sr.Hilupo. De hecho jugamos al póker a menudo. Por desgracia, nos hemos dejado de hablar precisamente por una partida de póker. Hilupo hizo trampas y me dejó sin blanca, perdí hasta mi reloj de oro que me regaló mi padre cuando acabé la carrera. ¡!!Tramposo!!! Por ésta razón no lo puedo ni ver. Si se llega a enterar la vieja nos echa a los dos de la empresa, no soporta las disputas entre socios. Soy un arquitecto excepcional, pero, sin duda, ese Hilupo es el ojito derecho de la vieja. ¡Es injusto! Yo estudié mucho para sacar la carrera y he luchado como nadie para llegar hasta donde estoy ahora… Merezco ser el presidente de Wells & Company.

(Comienza la fiesta, llega Edward)

Miss Caroline: ¡Por fin llegas, Edward!
Edward: El tiempo está endemoniado, tía. Ya están todos en el salón, voy para allá.
(Llega la doctora también ya disfrazada)

Doctora: Buenas noches!

(Suena la música, beben y se divierten. Hilupo debe irse a la zona de la biblioteca, cerca del escenario. Cuando suenan unos truenos, Hilupo cae al suelo, Catherine grita, los demás se sorprenden)

(Hay un gran revuelo)

Miss Caroline: ¡Oh dios! ¿Quién podría querer matar a Hilupo?
Edward: Tía ven, siéntate aquí. Será mejor que vayamos todos al salón. David llama a la policía.
Sir Harold: No, llama al detective Gerard. Dile que le llamas de mi parte.
Doctora Fillipa: Ven Miss CAROLINE, venga descansa, me ocuparé de todo....

(Edward se dirige al público y los demás hacen mímica alrededor del muerto, como sorprendidos y agitados)

Edward: Nunca he visto a mis compañeros tan nerviosos, ni siquiera en las reuniones donde se hacen tratos de millones de libras. ¡!Es emocionante!! Han matado un hombre en la mansión de mi tía y los hombres más poderosos de Wells & Company, la empresa arquitectónica más importante de Europa, son los sospechosos. Desde luego, todos tenían razones para matarle. Nos espera una noche muy larga.

(Vuelve al centro de la escena. Todos hablando nerviosos entre ellos)






(Suena el timbre. Llega el detective Gerard y su ayudante. Hay silencio en la sala donde están todos los invitados)

Catherine: Buenas noches, detective Gerard
Gerard: ¿Son buenas? ¿No habido un asesinato?
Catherine: Lo siento, Detective. Los invitados están en el salón y el cadáver en la biblioteca.
Gerard: Empecemos por los vivos, luego hablaré con el muerto.
Catherine: Claro, por aquí señores.

(Wilson y Catherine se quedan quietos y Gerard se acerca al centro del escenario)

Gerard: Soy el detective Gerard, dicen que soy un personaje curioso y muy hábil en mi campo. Puedo leer una situación en cuestión de segundos y contártelo con todo lujo de detalles. No estoy casado, pero una vez estuve a punto. Es una historia muy larga… Hace unos años encerré a un ladrón y este me juró venganza a su salida de la cárcel. Al 2º día de libertad, mi prometida desapareció de la faz de la tierra. Nunca la volví a ver. Sé que ese chico tiene algo que ver. Le perseguí durante unas semanas sin piedad pero, de repente, él también desapareció. Es algo que no me gusta recordar…

(Se descongelan todos, Gerard se acerca junto a Wilson a todos los invitados)

Gerard: Un saludo Miss CAROLINE, Lamento que nos veamos en estás circunstancias pero debo hacer mi trabajo, ya sabe.
Miss Caroline: también lo lamento, y no te imaginas cuanto, encima en mi casa y con mi gente…

Gerard: ¿No se ha marchado nadie, desde que han descubierto el cuerpo, verdad?
Catherine: No, nadie, señor.

(CATHERINE hace como si se marchara otra vez)

Gerard: ah Wilson, quédese entrevistando a los invitados. No se marche, CATHERINE , quédese aquí con los demás.
James: Sí señor
Gerard: Ahora iré a examinar el cadáver, mientras tanto, mi ayudante os hará unas preguntas. Si me perdonáis.

(Se va a la biblioteca)

Miss Caroline: ¿Es esto necesario?
Edward: Seguro que si tía, tranquilízate.

(se quedan todos otra vez en mímica, y Wilson se acerca al público y se presenta)
Wilson: Soy el fiel ayudante del detective Gerard y me llamo Wilson, Bobby Wilson. Siempre me asombran los comentarios de mi jefe, aún ahora, después de tantos años. Tengo la esperanza de trabajar por mi cuenta algún día, no como ayudante, como detective quiero decir o mejor… como espía. Pero toda vía tengo mucho que aprender. Conocí a Gerard al salir de la Academia, me acogió en su casa y me nombró su ayudante. Ahora somos como compañeros, bueno casi…

(Se descongelan)

Wilson: ¿Me puede presentar a sus invitados, Miss Caroline?
Edward: Ya lo haré, yo.
Wilson: ¿Y tú, quién eres?
Edward: Edward Wells, sobrino de Miss CAROLINE. Este es David Mcqueen, amigo mío de la infancia y colega arquitecto.
Wilson: Encantado señor Mcqueen. ¿Trabajan juntos?
Mcqueen: No, yo trabajo para Madison and sons.
Wilson: ¿Eso no es la competencia directa de Wells and Company?.
Edward: Sí, pero esto no es una junta directiva de wells & company, sino una fiesta.
Wilson: ¡tranquilícese, vaya carácter! Más vale que lo controles o te vas a meter en un lío.

(Se acerca a Edward y le mira fijamente a la cara, la doctora se interpone para poner la paz)

Fillipa: Bueno, vamos a tranquilizarnos. Que se nos está yendo de las manos.
Wilson: Y tú “Señora Manten la paz”, ¿Quién eres?
Fillipa: Soy la doctora Fillipa Gropopolis
Wilson: Y ¿Qué pinta una doctora con todos estos arquitectos?

(Se levanta Edward)

Edward: Como ya le dije, esto no es una junta directiva sino una fiesta.
Wilson: Nadie te pregunta a ti, por favor, siéntese y cállese.
Miss Caroline: Edward, por favor, no estas ayudando, colabora. Es mi doctora desde hace muchos años y como le ha dicho mi sobrino esto, se suponía, que iba a ser una fiesta de disfraces.
Wilson: y ¿estos señores?
Sir Harold: Este es Dobson, ejecutivo de Wells & Company.
Wilson: Y, por último, ¿quién es el ...........? (Apunta hacía la biblioteca)
Dobson: El Sr. Hilupo, el último ejecutivo de la empresa.
Wilson: No lo dices muy convencido. ¿Era bueno en su trabajo?
Miss Caroline: ¡!!El mejor!!! De hecho, iba a anunciar en pocos días que sería el nuevo presidente de la empresa.

(Hay unos momentos de silencio, Dobson se levanta y se va)

Wilson: ¿a dónde cree que va?
Dobson: Pues si no hay inconveniente, al baño.
Sr.Wilson: No tarde
Miss Caroline: Esto es ridículo
Wilson: Tranquilícese y todo saldrá bien

(Dobson se va al baño, sale por la biblioteca, Vuelve Gerard)

Gerard: ¿Quién encontró el cuerpo?
Catherine: Se desplomó mientras estaban todos bailando.
Gerard: Luego, ¿supongo que lo examinó usted Doctora?
Fillipa: No, Se veía claramente que estaba muerto.
Gerard: Pero ¿no es su obligación, examinar el cuerpo antes de sacar conclusiones?
Fillipa: Por supuesto, pero un hombre con un cuchillo clavado, en mi opinión, no necesita ser examinado.
Wilson: Eso no quiere decir que esté muerto.
Dobson: ¿Qué quieres decir? ¿Qué la doctor Fillipa tiene algo que ver con todo esto?
Gerard: Sólo que me extraño un poco que una doctora de su talla y experiencia no examinará a un herido de gravedad o incluso a un muerto.
Gerard: ¿Conocía usted al Sr. Hilupo?
Fillipa: Si, bueno, no....
Wilson: ¿Eso es un sí o un no?
Fillipa: Si me deja explicarle.
Gerard: Sí, claro…
Fillipa: Bueno, le conocía de verle por aquí, pero casi nunca he hablado con él, sólo un saludo de vez en cuando. … Ahora, sino le importa, me iré a tomar un vaso de agua, me siento un poco mareada.
Gerard: Claro que sí. ¿Todos los demás supongo que lo conocíais mejor? Ya que era compañero de trabajo. ¿Alguna cena, almuerzo…?
Wilson: ¡Nada! Así que Wells & Company no es la familia feliz que parece desde fuera.
(El inspector y Wilson miran extrañados y se van corriendo hacia afuera por la puerta de la entrada, Edward y Fillipa salen por la biblioteca)

(Entra Dobson herido)

David: ¡Dobson! ¿Estás bien?
Dobson: No es nada
David: ¿Quién te ha hecho esto?
Dobson: No pude verle la cara (Se desmaya, Catherine le ayuda)

(Entra de nuevo el inspector y su ayudante)

Gerard: Ahí fuera no hay nadie
Miss Caroline: Muy lejos no puede estar. Llamaré a la Policía.

(Entran Edward y Fillipa mojados de la lluvia)

Gerard: ¿Dónde estaban ustedes?
Fillipa: (ayudando a Dobson) Vimos a alguien en el jardín, y salimos detrás de él. Mi maletín...., por favor.
(Catherine sale en busca de un vaso de agua para Dobson)
Edward: Dimos unas vueltas por el jardín, no encontramos nada y volvimos.
Inspector: (A Dobson) ¿Y tú porqué tardaste tanto en el baño?

(Gerard se fija en algo que sobresale en el maletín de Fillipa)

Dobson: Porque también le vi, pero dentro de la casa, al volver del baño. Fui hacía él, y de repente desapareció. Me sorprendió por la espalda. Dentro de lo que cabe tuve suerte. Me pudo haber matado.
Gerard: Y lo hubiera hecho, pero no le interesaba verlo muerto. Yo creo suerte no tiene nada que ver con esto.
Catherine: Le traigo un vaso de agua Sr.Dobson.
(Catherine vuelve a marcharse por la biblioteca)
Dobson: Gracias Catherine.
Catherine: Estaré en la cocina, Miss Caroline.
Miss CAROLINE: Vale Cathy. Bueno, el asesino ya puede estar a kilómetros de distancia.
Gerard: Yo diría más que a kilómetros que está a metros.
Miss Caroline: ¿Me está acusando de asesinato, inspector?
Inspector: Dios me libre, Miss Caroline, pero todos sois sospechosos. Uno de los que estaba en el baile fue el que asesinó a Hilupo.

(Todos se sorprenden y hablan entre ellos escandalizados)

Miss Caroline: ¿Cree seriamente que uno de mis invitados mató al Sr.Hilupo?
Wilson: Eso es seguro!! Uno de ustedes aprovechó el baile de disfraces para matar al Sr. Hilupo… Por un lado, la idea de aprovechar el disfraz estuvo bien, pero al encontrarse todos encerrados aquí el asesino ha caído en su propia trampa…

(Catherine viene otra vez, se tropieza con un jarrón del pasillo y recoge algo de dentro)

Catherine: Perdonad todos, culpa mía. Al venir sin querer he tropezado con un jarrón mal colocado. Disculpe, detective, esto le interesará. He encontrado éstos guantes, estaban dentro del jarrón.
Dobson: ¿Unos guantes? ¿Por qué guardas los guantes en un jarrón Miss CAROLINE?
Gerard: ¿Dónde está el jarrón, Catherine?
Catherine: En el pasillo.
Gerard: Interesante, (Va hacía Fillipa y mira en el maletín de médico) ¿Puedo?
Fillipa: Claro, no tengo nada que esconder.

(Saca un diario. Fillipa le mira sorprendido)

Fillipa: ¡Ese es mi diario!
Gerard: ¿Y porqué se sorprende tanto? ¿Si es suyo?
Fillipa: Sí pero no tenía que estar ahí.
Gerard: Bueno, estaría escribiendo en casa y le metería por error. A mi me pasa a menudo.
Fillipa: No, no lo entiende. Ese diario estaba en Grecia. Lo tenía mi tío.
Gerard: Me iré con el Sr.Hilupo un rato a leer, si no os importa.
Fillipa: Ese diario es privado, no tiene nada que ver con todo esto.

(El detective se va a la biblioteca)

Edward: El detective lleva un buen rato leyendo el diario de Fillipa, mientras Wilson nos vigila a todos muy de cerca. La verdad es que es bastante excitante ser sospechosos de un asesinato y estar en la misma habitación que uno de los mejores detectives del país. No sé por qué pero creo que en cuanto vuelva el inspector, todo va a ser aclarado y sabremos quién es el asesino.

(Vuelve Gerard)

Gerard: No tardaré mucho más señores, enseguida aclaremos todo esto. ¡Ya se quién es el asesino!


Miss Caroline: Bueno detective, no nos tenga así, cuéntenos lo que sabe.
Sr. Dobson: Sí, se esta haciendo bastante tarde y mañana tengo una reunión muy importante.
David: Cuéntenos lo que ha averiguado.

(Gerard le dice algo a Wilson al oído, Wilson se va)

Gerard: Bueno hasta que vuelva Wilson os cuento lo que pienso, que se confirmará con lo que me diga él. El asesino del Sr.Hilupo es.......... LA DOCTORA FILLIPA GROPOPOLIS!!!!

(Todos se escandalizan)

Edward: ¡Eso es absurdo! ¡No diga tonterías!.
Fillipa: Y supongo que puede probarlo.
Gerard: Casi por completo. Sólo me falta la última pieza del puzzle, que me traerá Wilson dentro de un rato, espero
David: Cuéntanos su teoría.
Fillipa. Esto es ridículo. Casi no le conocía.
Gerard: Eso es cierto, casi no le conocías.... pero ha sus padres biológicos sí que les conocías. Como, supongo que saben todos, los padres de la Doctora Fillipa fueron asesinados, ahorcados y acusados de ser espías, porque su madre era turca y su padre griego. Cosa que estaba prohibido en su país, Chipre. Los tres hombres que los mataron se llamaban Simón, David Chamorro y Ahmed Ramat. Ahmed Ramat.... ¿Le suena, Miss Caroline?
Miss Caroline Dios mío, el padre de Hilupo!!
Dobson: Pero... ¿Cómo me hirió a mi, si estaba con Edward?
Gerard: Ahora llegaré a ese parte. El padre de Hilupo cuyo nombre real era Ramat mató a los padres de Fillipa. Fillipa se hubiera conformado con matar al padre de Hilupo, pero por desgracia murió poco después del incidente de sus padres y Fillipa no pudo aplacar su sed de venganza. Y ahora… Ojo por ojo, ¿Verdad Fillipa? Luego cuando mató a Hilupo casi se había desecho de todas las pruebas menos sus guantes, que tuvo que meterlos en el jarrón más cercano que, a su vez, por casualidad, encontró Catherine al tropezarse. Luego intenta huir por el jardín pero, sin quererle acompaña Edward.
Edward: (Sonriendo) Y ¿Cómo sabes que no fui yo el asesino? Si los dos entramos en la sala a la vez y los dos mojados de haber estado en el jardín.
Gerard: Verás, por los guantes y el diario. Cuando tú y Fillipa salieron a buscar al asesino fantasma, la doctora intentaba escapar.
(ENTRA WILSON OTRA VEZ A ESCENA, SUENA EL TIMBRE, ABRE CATHERINE)
Catherine: ¿Puedo detective?
Gerard: Por su puesto, Catherine, será Wilson.
David: Pero ¿Porqué eligió ésta noche?
Gerard: Simplemente porque sabía que la mayoría de vosotros teníais conflictos con el Sr.Hilupo y que ella despertaría menos sospechas y así huir.

(Wilson le da un papel al detective)

Detective: Gracias Wilson
Dobson: ¿Qué es eso?
Gerard: Esto, Sr.Dobson, es un informe sobre la muerte de los hermanos Chamorro hace un año en un accidente de tráfico un tanto extraño. (Le mira a Fillipa seriamente) ¿Dónde estaba usted doctora, sobre estas fechas el año pasado?.
Fillipa: Esto es absurdo!
Gerard: Bueno, si me permite, ya contestaré yo a esa pregunta. Cogió un barco el 12 de Mayo del año pasado a Chipre y volvió exactamente tres semanas más tarde. El mismo día en que murieron los hermanos Chamorro. ¡!Vaya coincidencia!! ¿Verdad Doctora?
Fillipa: Ese viaje lo gané, yo no quería volver.
Edward: Una cosa detective. ¿Quiénes son los hermanos Chamorro?
Detective: Son los dos de los tres hombres que mataron a los padres de la doctora hace treinta años. Doctora si me acompaña.
Fillipa: Pero no lo ve, es una trampa. Mi diario ni siquiera estaba en este país, estaba en casa de mi tío en Chipre y, de repente, aparece en mi maletín. Y luego, el viaje que ni siquiera lo había planeado. Lo gané.
Miss CAROLINE: ¡!Dios mío Fillipa, si no lo veo con mis propios ojos no me lo creo!!
Fillipa: Miss Caroline, por favor, tiene que creerme.
Detective: Por favor, Doctora, le tengo que pedir que me acompañe.

(Se van todos. Se queda Edward el último, y se acerca al público)

Edward: Ha sido alucinante ver al detective en acción. Todo lo que dijo coincidía con lo que yo pensaba, menos una cosa. Ajajá.. El asesino!! No había ninguna casualidad ésta noche. Todo ha encajado perfectamente. Soy increíble!! Recibí el diario ésta mañana del tío de Fillipa desde Chipre. No fue fácil copiar su letra, pero como es doctora… ya saben lo que dicen de la letra de los médicos. Luego, en el jardín ciertamente no había nadie, como dijo el detective, era yo quien quería huir, pero al final… jaja… todo salió mejor. En una cosa sí que acertó Gerard, todos teníamos una razón para matar a Hilupo pero sobre todo YO!! Iban a nombrarlo a él presidente de la empresa… y esa empresa me pertenece!!!
El detective lo hizo bien, pero como dice mi tío “Nunca juzgues un libro por su portada”…


(Se empieza a marchar riéndose y, de repente, por la otra puerta entra Gerard y Wilson)

Gerard: No tan Rápido Sr.Wells.
Edward: ¿Ha olvidado algo Detective?
Wilson: Podría decirse así
Edward: Sí, espere, llamaré a Catherine.

(Entra Sr Dobson)

Edward: Dobson,¿Qué haces aún aquí?
Gerard: Sr.wilson, le presento al detective Santos de Scotland Yard.
Edward: ¿Tú? Pero… ¿cómo?...

(Entra Miss CAROLINE ayudada por Catherine)

Miss Caroline: Lo siento, Edward, pero es verdad…
Edward: Pero,… no entiendo nada, ¿Qué tiene que ver todo esto conmigo?
Dobson: Su tía me contrató porque sospechaba que algo podría ir mal en la empresa, no económicamente sino entre compañeros, cuando Hilupo fuera nombrado presidente, Entonces, Miss Caroline decidió contratarme para que nadie sufriera daños.
Wilson Es decir, todo un montaje, claro.
Edward. ¿Todo un montaje? ¿No iba ser Presidente, Hilupo? ¿Cómo puedes hacerme esto?, vieja………, te mataré…. (intenta agredir a Miss Caroline)

(Lo sujetan entre los dos)

Gerard: Pensabas por un momento que nos habías engañado a todos, incluso a mi, ¿verdad?
Edward: Esperaré y….. (gruñendo)
Gerard: Y ¿qué? Sr.Wells……. Llevadle.
Edward: Tía, no puedes dejar que me encierren, tía…por favor no!
(Wilson se lleva a Edward fuera de escena)

Gerard: Miss Caroline, felicitaciones, la doctora ha hecho un papel de primera.
Miss Caroline: ¿Está bien?
Gerard. Sí, dos de mis hombres le han acompañado a casa.
Catherine: ¿Quieren una copa señores?

(Vuelve Wilson que acaba de dejar a Edward preso)

Wilson: Sí, claro. Ay que ver…con la cara de angelito que tenía el chaval.
Gerard. Ves, Wilson, como siempre te digo, “Nunca juzgues un libro por su portada”.

FIN